domingo, 28 de febrero de 2021

Lara

TW: Autolesión


Una taza voló donde hacía unos instantes había estado su cabeza, estrellándose contra la pared de detrás. Casi se arrepintió de haberla esquivado.

-¡No puedo creerme que me hayas ocultado algo así!- Gritó ella -¡Se supone que confiábamos el uno en el otro! ¡Que nos contábamos las cosas!- Le dolió, porque sabía que tenía razón, sabía que debería habérselo dicho antes. Pero su tozudez le hizo responder.

-¿Y qué esperabas?¿Que me presentase diciendo "¡Hola! Soy Allaren y sufro de  depresión. Además me autolesiono desde los 14 años."?-

-No, ¡pero podrías habérmelo contado en algún momento!-

-Claro, porque nunca te lo di a entender, ¿verdad? nunca entendiste ninguna de las insinuaciones y tus radicales cambios de tema eran casuales ¿cierto? No querías saberlo, tenías tanto miedo a oírlo como yo a contarlo.- Le espetó. 

Tardó en arrepentirse de sus palabras lo mismo que en ver su cara.

-Lara... lo siento, no quería decir lo que he dicho... no estaba pensando...-

-No, estabas sintiendo.- Le cortó

Ella se sentó en el suelo, abrazándose las piernas y ocultando su rostro. La postura de él se relajó mientras su enfado era sustituido por preocupación.

Se acercó a abrazarla, aún temiendo que ella rehuyese su contacto, pero en su lugar le correspondió.

-Lo siento de veras, Lara- Susurró -Tendría que habértelo dicho.-

-Sí.- Dijo entre sollozos -Deberías.-


Sintió el calor del té extendiéndose por su pecho, y tomó otro sorbo. Había accedido a responder todas las preguntas que ella quisiera hacerle, pero seguía resultándole duro.

-¿Y qué haces? ¿te cortas las muñecas?-

-Hacía.- Puntualizó -Y... no, las muñecas son muy llamativas... ¿realmente quieres saber esto?-

-Quiero volver a confiar en ti, y para ello necesito saber que no me ocultas cosas importantes... cosas relacionadas con tu salud y tu bienestar.- Esta última parte fue poco más que un susurro.

Allaren suspiró antes de seguir.- Las muñecas eran muy superficiales para evitar dejar marcas, así que pronto fueron insuficientes. Primero pasé a cortarme en lugares menos visibles. Luego acabé por encontrar otras formas de autolesionarme, formas que no dejasen marcas difíciles de justificar. Internet y Hollywood tienen un montón de propuestas ingeniosas, dale las gracias a la romantización de estas cosas.-

-Creo que no necesito más detalles.- Dijo Lara

La parte oscura de Allaren, la que dolía, le instó a seguir con los detalles mórbidos, pero hizo caso omiso.

Aún se sentía inundado por la culpa.

-Nunca debería haberte hecho esto.- Dijo al fin.

-¿Hacer qué?- Preguntó ella 

-Entrar en tu vida, convertirme en otra carga para ti... haberte dejado quererme.

-Eso es una estupidez.-

-Lo digo en serio, nadie más que yo debería cargar con mis demonios. Son mi maldición y mi responsabilidad. Compartirlo con otra persona es de cobarde.

-¿Cobarde? ¿Sabes lo que es de cobarde? Negarte a hacer frente a tus problemas, mitificándolos, y pensar que la solución reside en impedir que la gente entre en tu vida. U ocultarle a la gente importante para ti tu malestar o que necesitas ayuda.-

-Lo sé pero...-

-¿Pero?- Le interrumpió

-Pero no comprendes lo que es sentir una oscuridad en tu interior tan inmensa... tan vasta y profunda como el propio mar. Convertirte en lo que más odias y odiarte por ello...

-Cállate.-

-¿Qué?- Preguntó anonadado

-Deja de autolamentarte. Deja de regodearte en tu propia miseria. Deja de hacerte daño de este modo. Por favor-

Allaren vio como la rabia y la impotencia apretaban los puños de Lara, como las lágrimas nublaban su vista, como el dolor torcía su gesto.

Y se vio a si mismo.

La abrazó. La abrazó con fuerza dejando que su calor se llevase el frío de su pecho.

La abrazó hasta que el dolor desapareció y sus demonios fueron insignificantes.

Y se prometió no volver a hacerle daño

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